¿Te has enamorado alguna vez de la mas guapa y menos buena?
'Apenas rasgueaba la guitarra y ella subió, con unas botas de tacón alto; muy alto, pie izquierdo, pie derecho, y su andar tan acorde a los acordes de la melodía, sus pasos tan suaves, su cuerpo flotaba, la cadencia de sus caderas y su pelo rizado sólo amarrado en una cola y las notas de la canción fueron lo único en el mundo por 4:21 minutos. Caminó sin prisa, como no queriendo llegar nunca, y justo cuando lo hizo sonrió de esa manera en que sólo ellas pueden hacerlo, y al comenzar la canción; cantó - 'El camina despacito que las prisas no son buenas... - , ahora entiendo la pasividad de sus pasos, dio un recorrido con la mirada a todo el salón, buscaba, buscó mientras cantaba -... soldadito marinero conociste a una sirena, de esas que dicen 'te quiero' si ven la cartera llena... y asintió cuando terminó la estrofa, y señaló su pecho, su pecho escondido tras esa camisa a cuadros amarrada al frente, se restregó de espaldas al tubo, y se sentó sobre sus talones, fue hasta ese momento en que noté que llevaba putifalda, que bien le quedaba, compita, que bien le quedaba, bajo la falda unas piernas blancas, torneadas, hermosas, y como un rayo que partió mis pensamientos llegó la imagen de mi cuerpo apresado entre ellas.
-...de esas que dicen te quiero si ven la cartera llena, escogiste a la mas guapa y a la menos buena...- y mientras cantaba con Fito a dúo esa estrofa recorrió su rostro de ángel con la mano derecha -... escogiste a la mas guapa...- e hizo una equis en su corazón cuando al fin dijo -... y a la menos buena...- se le dibujó en el rostro una sonrisa de diabla, una sonrisa de diabla en su cara de ángel, se dio vuelta, se sostuvo del tubo, y se inclinó, oh por Dios, que hermoso culo.
<<Ella es Azul>> gritó el encargado de la música del lugar, y volvió a subir el volumen de la canción '...sin saber como ha venido te ha cogido la tormenta... y ella, compita, ella regalaba sonrisas al por mayor, ¿acaso no se daba cuenta que su sonrisa de diabla nos hechizaba? ¡Nos mandaría al infierno de los deseos imposibles! Al menos imposible para aquellos que no traíamos la cartera llena.
‘…el quería cruzar los mares y olvidar a su sirena, la verdad no fue difícil cuando conoció a Mariela que tenía los ojos verdes y un negocio entre las piernas…- se sentó sobre sus talones al cantar –… un negocio entre las piernas…- y con los dedos de ambas manos hizo un triángulo y lo puso sobre su sexo desnudo, embellecido con la finita línea de vellos recortados en forma de flecha que señalaban su boca, su verdadera boca, y la perla escondida entre esos labios que se separaron con el movimiento brusco.
-¿Quieres que sea tu sirena, o tu Mariela? Me preguntó.
Me supongo que a todos nos pasa, eso elegir a la mas guapa, y a la menos buena, por algo llevamos el corazón lleno de cicatrices.